Hoy puedo afirmar sin ninguna duda que ésta es una de las tarta más bonitas y también probablemente la más rica que he hecho jamás. No os voy a engañar, tiene bastante trabajo y es algo complicada pero vale la pena cada uno de los minutos que vayáis a invertir en ella. Además, no se pueden escatimar esfuerzos cuando se trata de mimar a nuestros invitados en estas fechas!!
Damos pistoletazo de salida a las recetas navideñas en el blog. Como me gusta esta época del año!! estaba deseando que llegara otra vez. Y como por aquí en Múnich ya llevamos varios días con la nieve por las calles, pues de ahí me ha salido suficiente inspiración como para meter algo de nieve también en el blog.
Y es que nada más y nada menos es lo que pretende ser esta tarta, una bola de nieve. Una grandiosa, dulce y deliciosa bola de nieve navideña que espero que estas navidades esté presente en alguna que otra mesa, porque os aseguro que vais a triunfar. Su sabor también es pura navidad, el toque de Baileys es muy sutil (a no ser que os paséis con las cantidades porque queráis que vuestra suegra os cante algún villancico 🙂 ) y muy navideño a la vez.
Es una tarta también muy ligera, aunque igual no os lo parezca os aseguro que es así. El hecho de ser una tarta helada ya hace que entre más fácilmente que cualquier otra crema tradicional. Pero además el bizcocho es fino y ligero como pocos. La nata es una crema que siempre acompaña perfectamente, el toque amargo del café y el cacao en polvo es sencillamente perfecto y la textura crujiente del merengue es el toque final perfecto para hacerla la mejor tarta del mundo.
Y si no os he convencido todavía, os voy a contar lo que pasó con los invitados a los que le hice esta tarta. La hice como tarta de postre para una cena con amigos este fin de semana. Entre ellos había 3 personas que han probado casi todas las recetas que hay en este blog. Pues bien, su veredicto fue que era la mejor que habían probado nunca. Y, además repitieron una segunda ración, cosa que no suele pasar.
Si aún así no me creéis, os diré que yo misma obviamente también he probado todas mis recetas. Pues para mí esta también es probablemente la mejor. Me cuesta mucho decidir pero de verdad os digo que esta tarta te deja marca.
La receta por cierto, va a formar parte de una iniciativa que han tenido Raquel del blog celebraderechupete.com y Marta del blog dulcesparaunangel.es que se llama «Mi Dulce Adviento». La maravillosa idea es crear un calendario de adviento con una receta nueva navideña cada día hecha por una persona diferente. Me pidieron colaborar un día con una receta y no me lo pensé dos veces, y a mí me ha tocado evidentemente hoy. No os parece una idea estupenda? Por cierto, no os perdáis las recetas de los dos blogs porque hay cada cosa que os va a dejar salivando!!
Tarta Helada de Navidad con Café y Baileys
Ingredients
- BIZCOCHO:
- 6 huevos
- 180 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 180 g de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- RELLENO DE CAFÉ:
- 225 ml de leche
- 75 ml de Espresso
- 6 yemas de huevo (reserva las claras)
- 180 g de azúcar
- 250 g de mascarpone
- 3 cucharadas de Baileys
- 400 ml de nata líquida (muy fría)
- DECORACIÓN Y MONTAJE:
- Baileys para empapar los bizcochos
- 3 cucharadas de cacao en polvo
- 6 claras de huevo (las que tenías reservadas)
- 300g de azúcar
- 90 ml de agua
- 400 ml de nata líquida (muy fría)
Instructions
Precalienta el horno a 160ºC. Para preparar el bizcocho, separa las yemas de las claras. Bate las yemas con 120 g de azúcar hasta que obtengas una masa espumosa y blanquecina. Monta las claras con el resto del azúcar y la sal. Vierta la mezcla en la masa de yema de huevo mezclando en movimientos suaves y envolventes hasta que se incorpore.
Tamiza la harina con la levadura e incorpórala a la masa. Mezcla en movimientos suaves y envolventes justo hasta que no queden grumos de harina.
Vierta 1/3 parte de la masa en un molde redondo de 24cm de diámetro engrasado. Te debe quedar una altura de 1 cm aproximadamente. Vierte el resto de la masa en una bandeja de horno forrada con un papel de horno. Esparce toda la masa bien por la bandeja. De nuevo, te debe quedar una altura de 1 cm aproximadamente.
Hornea durante unos 15 minutos, hasta que lo veas dorado. Retira del horno y deja enfriar por completo.
Para preparar el relleno de café, calienta la leche y el espresso en un cazo casi hasta que hierva. En un bol al baño maría, bate con las varillas las yemas con el azúcar hasta que coja un poco de temperatura. Incorpora la mezcla de leche y café caliente y sigue batiendo al baño maría con las varillas hasta que la mezcla coja bastante aire, verás claramente que se vuelve mucho más ligera y está muy espumosa.
Retira del baño maría el bol y mételo en un baño de agua fría para enfriarlo. Mientras tanto, bate el mascarpone con las 3 cucharadas de Baileys. Monta la nata que debe estar muy fría. Cuando la mezcla de café se haya enfriado por completo, vierte primero el mascarpone y bate hasta que se integren y vierte seguidamente la nata mezclando en movimientos envolventes hasta que la crema esté homogénea.
Ahora viene la parte del montaje, que es algo complicada de explicar. Para empezar forra un bol semiesférico de unos 24 cm de diámetro con film transparente. Recorta una circunferencia de unos 32 cm de diámetro del bizcocho que has horneado en la bandeja de horno. Reserva los recortes sobrantes.
Cubre todo el bol con el bizcocho redondo que acabas de recortar, presionando para que las paredes del bol queden cubierta. Empapa el bizcocho ligeramente con un pincel y Baileys y espolvorea bien con cacao en polvo. Rellena con la crema de café más o menos hasta mitad. Espolvorea la crema con cacao en polvo.
Cubre la crema con los recortes de bizcocho que te han sobrado. Empápalos en Baileys y espolvorea con más cacao en polvo. Vierte más crema de café hasta que el bol se llene casi hasta el borde. Espolvorea la crema con cacao en polvo. Cubre con el bizcocho que has horneado en el molde redondo y empapa esta última capa con Baileys.
Tapa bien el bol con más film transparente y congela durante al menos 6 horas, pero idealmente con uno o más días de antelación.
Para preparar el merengue, pon a calentar en un cazo el azúcar con el agua. Introduce un termómetro de cocina para controlar la temperatura del almíbar.
Mientras tanto, pon a batir las claras en el bol de la batidora con la sal y el vinagre a una velocidad baja, para que vayan cogiendo cuerpo, pero sin montarlas del todo. Cuando la temperatura del termómetro llegue a los 100ºC, sube la velocidad de la batidora a media-alta.
Cuando la temperatura del almíbar llegue a 118ºC retira del fuego y sin parar la batidora, vierte en las claras muy despacio y en forma de hilo mientras sigues batiendo las claras a velocidad media-alta. Ten mucho cuidado y no viertas el almíbar sobre las varillas en movimiento o te puede salpicar y quemarte. Sigue batiendo a velocidad alta durante unos 10 minutos más, hasta que el merengue se enfríe.
Rellena una manga pastelera con el merengue y haz merenguitos en dos bandejas de horno. Hornea en el horno precalentado a 100ºC durante 1 hora. Para el horno y deja enfriar los merengues dentro con la puerta cerrada.
Para montar la tarta, monta la nata. Saca el bol del congelador y desmolda. Cubre toda la tarta generosamente con la nata montada. Trocea los merenguitos en trozos grandes y repártelos por toda la tarta con gracia.
Conserva la tarta en la nevera hasta el momento de servir. En la nevera aguanta unas 5 horas sin que el interior llegue a descongelarse del todo.
Notes
Os recomiendo que preparéis la tarta como mínimo con un día de antelación para aseguraros de que está bien congelada. Yo la hice una semana antes de servir, se conserva perfectamente varios día en el congelador antes de decorarla. Si no queréis hacer los merenguitos los podéis comprar ya hecho para ahorrar algo de tiempo.
Dulces sueños,
4 Comments
Lidia
diciembre 4, 2017 at 10:56 amRaquel que maravilla de tarta!! Además de ser preciosa tiene una pinta increíble, no puedo imagimarme la combinación de sabores junto con el crujiente del merengue. Me ha encantado la idea. Muchos besos
Raquel Ramos
diciembre 7, 2017 at 10:23 pmMuchas gracias Lidia!!
Como decía en el post, la tarta es una pasada de lo mejorcito que he hecho 🙂
Cris_midulcepreferido
diciembre 4, 2017 at 1:13 pmQué PRECIOSIDAD de tarta!! Me ha enamorado por completo!!! Y la combinación de sabores y texturas me parece genial, me muero por comerme un trozo ahora mismo!! Yo sería de las que repetiría, seguro!! jeje
Además, es una receta perfecta para mi, porque veo que lleva una docena de huevos, y no veas el cachondeo que tienen conmigo mis familiares, que dicen que no se explican cómo pueda llegar a gastar tantos huevos jajaja
Un beso muy fuerte y felices fiestas (no sé a partir de qué momento se puede desear feliz Navidad, pero como ya se acerca el día de la Inmaculada, yo voy felicitando las fiestas en general jeje)
Raquel Ramos
diciembre 7, 2017 at 10:26 pmMuchas gracias Cris!!
La verdad es que sí que está riquísima. Pues a mí me pasa lo mismo con los huevos, yo soy de las tuyas!! Desde luego que con esta tarta se gastan un montón, pero merece mucho la pena.
Felices fiesta para ti también guapa.
Besos!