¡Se nos va el verano, pero nadie nos quitará los dulces! Y qué mejor para curarnos de la depresión post-vacacional que evocar los momentos en la playita con una tarta bien tropical. Yo estoy totalmente enamorada de esta Charlotte, espero que a vosotr@s os impresione tanto como a mí y que os animéis a probarla.
¡¡Ya estoy de vuelta!! después de una pausa en el blog demasiado larga por mis vacaciones. Lo siento mucho de verdad, si es que siempre voy al revés del mundo. Cuando todos estáis ya de vuelta y desenado encender hornos de nuevo, voy yo y desaparezco y os dejo más colgad@s… Pero aquí estoy de nuevo, con las pilas cargadas y con nuevas recetas.
Esta Charlotte en concreto, la encontré hace mucho tiempo en una revista Alemana y pensé, esto tengo que hacerlo porque tiene una pinta!! Nunca había preparado nada con té Matcha, además creo que ya os he comentado alguna vez que odio el té en general. Pero confieso que estos bizcochos quedan súper ricos y el sabor del té a mí me gusta mucho. ¡En contraste con el mango es una cosa celestial!
Así que la excusa perfecta, como siempre para probar este tipo de recetas en un post, son las sugerencias de Lydia de Nunca es demasiado dulce para sus retos dis-fruta. Este mes toca mango, que están en plena temporada ahora y es cuando son realmente ricos. ¡Pues ahí voy yo con mi receta!
¡Que la dis-frutéis (ojo al chistaco)!
Para preparar los bizcochos de té Matcha, separa las claras de las yemas. Mezcla las claras con el agua y la sal y bate con la varilla de la batidora eléctrica hasta que espumeen. Añade el azúcar cucharada a cucharada y bate hasta tenerlas a punto de nieve. Añade las yemas y sigue batiendo hasta que se combinen. Tamiza la harina y la levadura e incorpórala a la mezcla de huevo mezclando en movimientos envolventes. Añade el té Matcha y mezcla hasta que consigas un color verde uniforme en la masa. Precalienta el horno a 170ºC. Cubre dos bandejas de horno con papel de hornear. Llena una manga pastelera con boquilla redonda o una bolsa con un pico cortado con la mitad de la masa. Haz una especie de churros con la manga, de unos 10 cm de longitud. Como la masa es líquida se aplanarán y quedarán como unos bizcochos o lenguas de gato. Haz unos 50 aproximadamente, depende del diámetro de la tarta que vayas a preparar. Hornea durante unos 8 minutos. En el otro papel de horno dibuja dos círculos de unos 20 cm de diámetro con un lápiz. Llena la manga con el resto de la masa y, haciendo una espiral de círculos, rellena los círculos con masa. Éstos serán la base de la Charlotte y el bizcocho intermedio. Hornea los círculos durante unos 8 minutos. Deja enfriar los bizcochos completamente. Para preparar el relleno, pon las hojas de gelatina en un bol cubiertas de agua fría para que se ablanden. Pela 2 mangos, córtalos a trozos, mézclalos con el azúcar y tritúralos bien con la batidora. Reserva unas 3 o 4 cucharadas del puré de mango para decorar. Mezcla el resto del puré de mango con la Creme Fraiche, retira 4 cucharadas de la mezcla y caliéntala en un bol pequeño en el microondas 30 segundos. Añade las hojas de gelatina a la mezcla caliente para que se deshagan bien. Seguidamente incorpóralo a el resto de la crema. Monta la nata y mézclala con la crema. Deja reposar la crema hasta que empiece a gelificar. Para montar la tarta, pela el mango restante, corta una mitad en daditos y la otra mitad en tiras finas. Coloca uno de los círculos de bizcocho en un plato y alrededor un anillo para tarta ajustado al mismo diámetro. Vierte la mitad de la crema y cubre con el otro círculo de bizcocho. Esparce los cuadraditos de mango y cubre con el resto de la crema. Refrigera al menos durante 2 horas. Retira el anillo para tarta y coloca los bizcochos de té creando un cerco alrededor de la tarta. Puedes colocar un lazo de tela para ayudar a que se sujeten si algunos se caen. Para terminar la tarta, cubre con unas cucharas del puré de mango la superficie, reparte las tiras de mango y esparce los pistachos troceados y las bayas del Gogi. A diferencia de otras Charlottes, es importante no poner los bizcochos del cercado hasta el momento antes de servir la tarta. Si los ponéis muy pronto se ablandan y se doblan, a mí ya me pasó. Además, aseguraros de que quedan bien horneados para que aguanten bien rígidos.
Charlotte de Mango con Bizcochos de té Matcha
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Dulces sueños,
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